¿Quién fue Mary Shelley y por qué es importante hablar de ella?

Shelley fue una escritora británica, creadora de la obra literaria Frankenstein. Hija del filósofo y político Willian Godwin y de la filósofa y activista feminista Mary Wollstonecraft. Su madre murió al dar a luz a Mary, pero aún así, ella creció con las enseñanzas que su madre dejó sobre la defensa de los derechos de las mujeres.

Mary es una de las principales figuras del romanticismo, escritora feminista y de pensamientos políticos liberales. Como no es sorpresa, su vida estuvo llena de sufrimiento. Vivió con un sentimiento de pérdida debido a la muerte de tres hijos y la ausencia de su madre. Estos sucesos se asoman en sus obras con giros que convierten sus pérdidas en parte de sus victorias.

Valiente, apasionada y sobre todo, visionaria. Mary, con una filosofía profundamente radical para su época creció con la inspiración de su madre y su labor como pedagoga feminista. Bajo estos aprendizajes Mary se fija la meta de ser alguien por su propio mérito y de crear una obra maestra por sí misma.

Mary Shelley logró el reconocimiento global por una de las obras más reconocidas en la historia de la literatura: Frankenstein. Pero no sólo fue la creadora de una historia que sin duda marcó un antes y un después en el género gótico y de terror, Mary fue también una mujer que hasta la fecha, impacta en el rol de la mujer escritora, independiente y feminista.

"El recuerdo de mi madre ha sido el orgullo de mi vida", repetía la autora de Frankenstein como un mantra.

En gran parte por el estatus conservador de la época, tanto Mary como su madre fueron tratadas como marginadas, pero nunca desistieron en su lucha feminista, levantando la voz en favor de la educación, el progreso y las buenas prácticas en la política.

Durante mucho tiempo, el valor más grande que se le adjudicó a Mary fue ser pareja de Percy Bysshe Shelley, también escritor, ensayista y poeta romántico. La conversación giraba en torno a si Mary era buena o mala para él y sus obras. Mientras vivió, Mary no había sido la protagonista de su propia historia. Durante años no se sabía mucho de ella como persona ni como figura feminista en la literatura. Pero, la narrativa cambia y ahora se sabe de la Mary Shelley única: la mujer detrás de uno de los monstruos más famosos y su historia, es tan interesante como la de sus obras. 

“Su vida es igual de memorable que las palabras que dejó”, -Charlotte Gordon

Como ejemplo, uno de los datos más fascinantes sobre Mary es que tenía solo 18 años cuando nació la idea de Frankenstein y 19 cuando terminó de escribir el libro. ¿Cómo una adolescente puede crear una de las obras más trascendentes de la literatura?

Es un logro asombroso, y más aún cuando recordamos que, siendo niña, Mary no recibió la misma educación que muchos de sus compañeros escritores. A diferencia de Percy, ella no tenía una educación en Oxford, fue educada en casa y aprendió ojeando los libros en la biblioteca de su padre.

Frankenstein fue publicado bajo un pseudónimo y la escritora no obtuvo ninguna ganancia ni reconocimiento por mucho tiempo. Para muchos, resultaba imposible que una niña de 19 años creara una obra de tal trascendencia. Cuando la obra hace su primera aparición de manera anónima, los críticos dedujeron que la novela había sido escrita por alguien cercano a Godwin (el padre de Mary) y se asumió que podría haber sido Percy, su yerno, así que este fue acreditado en lugar de Mary, pues nadie creía que la autora pudiera ser su joven hija.

Si leemos Frankenstein ahora, con la información que tenemos sobre Mary y su madre, y el entendimiento de quién fue, nos damos cuenta de que el libro cuenta la historia personal, amorosa y trágica de las dos Marys, pero también el contexto histórico e intelectual de Europa en esa época. Nos habla de la familia, las relaciones con otros, del romanticismo y los movimientos literarios y poéticos, de las amistades, las grandes pasiones y las pérdidas. Pero sobre todo, representa la historia de la lucha de dos mujeres por ser ellas mismas, por su libertad, su autonomía y su derecho a participar en los aspectos más importantes de su entorno. Su titánico esfuerzo por la independencia creativa y económica y por firmar una obra con su propio nombre y ser reconocida como autora en un mundo intelectual en cuyos espacios la mujer no tenía lugar.

Fallecida a los 53 años, Mary nunca llegó a ver como una de sus creaciones se convertiría en una de las obras más importantes de la historia. Traducida a decenas de idiomas, la mayor parte del público se ha acercado al monstruo a través de sus múltiples adaptaciones teatrales y cinematográficas de las que se han contado hasta 150 versiones.