Compartir un momento íntimo con tu pareja puede ser mágico o toda una pesadilla. No dejes que tu mente se convierta en tu peor enemiga.

Es común pensar que el sexo es sinónimo de bienestar y relajación, pero la realidad es que no para todos es así. ¿Has escuchado hablar de la ansiedad sexual?

La ansiedad es una reacción física y emocional ante una situación de peligro. Es la manera en que tu cuerpo se prepara para defenderse o huir. Pero cuando no existe ningún peligro, la ansiedad se transforma en miedo y evita que seas capaz de reaccionar como deberías.

Existe una ansiedad generalizada hacia el sexo a causa de encuentros poco satisfactorios y el miedo o la idea de que siempre va a ser así. O ansiedad en cuanto al desempeño, es decir, pretender que todo salga perfecto, casi casi como película porno (please don’t).

Also, es posible que el simple hecho de pensar en tener sexo te haga sentir nerviosx, ansiosx o con ganas de salir corriendo. ¿La razón? desde experiencias desagradables, momentos incómodos, inseguridades, expectativas irreales, etc.

Si estás pensando “Ah nu ma, sí soy”, tómalo con calma, pasa más seguido de lo que te imaginas y hay esperanza al final del camino.

 

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